martes, 31 de mayo de 2011

Afuera, todo continua.


Los pájaros revolotean en mi ventana
atraídos por el aire embriagador
de los durazneros en flor, rosados y dulces.
Los veo agitar sus alas azulinas al caer la  tarde.
el cielo se tiñe de rojos desangrando su pasión
redondo y brillante el sol,
se muestra gigante en el horizonte.
Como se puede mirar permaneciendo indiferente
sabiendo tristemente, que se esta muerto por dentro.
En el jardín las hormigas pululan
anunciando la humedad,
la tierna primavera se enajena en los sentidos
renaciendo en delicados brotes y abriendo capullos
esparciendo aromas libertinos y etéreos en el aire,
los percibo insensible, sin provocar latidos
en este maltrecho corazón que se niega a vivir.
Como se puede continuar, afuera el universo florece
aquí, en mi pecho, vive la agonía de saber que he muerto hoy.

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